La bolsa de papel se cultiva

La madera la materia prima para fabricar papel es renovable e inagotable.

En Europa, en el periodo 2010-2015 los bosques han crecido 1.900.000 hectáreas.

España, con 18,4 millones de hectáreas, ocupa el cuarto lugar en superficie forestal del continente europeo y nuestros bosques se han incrementado un 27% en los últimos 15 años.

Para hacer papel solo se utilizan maderas que son cultivadas en plantaciones forestales específicas para la producción de fibra de celulosa.

En España, gracias a la producción papelera, se mantienen 420.580 hectáreas de arbolado de pino y eucalipto que son gestionadas de forma sostenible y han permitido recuperar terrenos baldíos para convertirlos en bosques.

PROCESO DE ECONOMÍA CIRCULAR EN LA QUE ESTÁ INMERSA
LA PRODUCCIÓN DE LAS BOLSAS DE PAPEL.

La bolsa de papel se cultiva

La madera la materia prima para fabricar papel es renovable e inagotable.

En Europa, en el periodo 2010-2015 los bosques han crecido 1.900.000 hectáreas.

España, con 18,4 millones de hectáreas, ocupa el cuarto lugar en superficie forestal del continente europeo y nuestros bosques se han incrementado un 27% en los últimos 15 años.

Para hacer papel solo se utilizan maderas que son cultivadas en plantaciones forestales específicas para la producción de fibra de celulosa.

En España, gracias a la producción papelera, se mantienen 420.580 hectáreas de arbolado de pino y eucalipto que son gestionadas de forma sostenible y han permitido recuperar terrenos baldíos para convertirlos en bosques.

PROCESO DE ECONOMÍA CIRCULAR EN LA QUE ESTÁ INMERSA
LA PRODUCCIÓN DE LAS BOLSAS DE PAPEL.

La bolsa de papel
sumidero de CO2

Las plantaciones de especies para fabricar fibra de papel son grandes sumideros de CO2. Una vez que el bosque alcanza su madurez deja de absorber carbono, por lo que estas plantaciones productivas son una gran oportunidad para contribuir al freno del cambio climático.

Las 420.580 hectáreas de plantaciones para fabricar papel que hay en España almacenan 28 millones de toneladas de CO2 equivalente.

El carbono almacenado no se libera con la corta del árbol, si no que permanece en los productos forestales como las bolsas de papel. Un kilo de papel almacena 1,3 kilos de CO2 equivalente y gracias al reciclaje se va ampliando el plazo de ese secuestro de carbono.

La bolsa de papel
sumidero de CO2

Las plantaciones de especies para fabricar fibra de papel son grandes sumideros de CO2. Una vez que el bosque alcanza su madurez deja de absorber carbono, por lo que estas plantaciones productivas son una gran oportunidad para contribuir al freno del cambio climático.

Las 420.580 hectáreas de plantaciones para fabricar papel que hay en España almacenan 28 millones de toneladas de CO2 equivalente.

El carbono almacenado no se libera con la corta del árbol, si no que permanece en los productos forestales como las bolsas de papel. Un kilo de papel almacena 1,3 kilos de CO2 equivalente y gracias al reciclaje se va ampliando el plazo de ese secuestro de carbono.

La bolsa de papel huella negativa de carbono

Toda actividad industrial provoca emisiones de gases de efecto invernadero. La huella de carbono mide la totalidad de emisiones de un producto a lo largo de su ciclo de vida: la obtención y origen de la materia prima, los procesos de fabricación y transporte, sus diferentes usos y las prácticas para su recuperación o eliminación como residuo.
Un estudio realizado para identificar la huella de carbono de diferentes tipos de bolsas que se utilizan en el comercio reveló las siguientes conclusiones:

La bolsa de papel huella negativa de carbono

Toda actividad industrial provoca emisiones de gases de efecto invernadero. La huella de carbono mide la totalidad de emisiones de un producto a lo largo de su ciclo de vida: la obtención y origen de la materia prima, los procesos de fabricación y transporte, sus diferentes usos y las prácticas para su recuperación o eliminación como residuo.

Un estudio realizado para identificar la huella de carbono de diferentes tipos de bolsas que se utilizan en el comercio reveló las siguientes conclusiones:

La bolsa de papel es siempre la mejor elección.
La bolsa de papel en todos y cada uno de los procesos de su ciclo de vida tiene una huella de carbono negativa.
La bolsa de papel es más ecológica.

La bolsa de papel es siempre la mejor elección.
La bolsa de papel en todos y cada uno de los procesos de su ciclo de vida tiene una huella de carbono negativa.
La bolsa de papel es más ecológica.

La bolsa de papel es siempre la mejor elección.

La bolsa de papel en todos y cada uno de los procesos de su ciclo de vida tiene una huella de carbono negativa.

La bolsa de papel es más ecológica.

FUENTE: Estudio realizado por IVL SWEDISH ENVIRONMENT RESEARCH INSTITUTE para BILLERUD AB (20 de marzo de 2007)

La bolsa de papel es reciclable y biodegradable

La industria papelera española es líder en Europa en reciclaje de papel; anualmente se recogen y reciclan 4,6 millones de toneladas de papel usado.

Por cada diez kilos de papel que se fabrica en España, se utilizan como materia prima 8,2 kilos de papel usado. El reciclaje de papel supone reducir las emisiones contaminantes que producen los vertederos y un ahorro en volumen de los mismos equivalente a 50 grandes estadios de fútbol como el Bernabéu o el Camp Nou.

Recuperamos y reciclamos el 74% de las bolsas de papel que consumimos. Gracias a ello, conseguimos que cada bolsa de papel tenga hasta seis ciclos de vida ya que la fibra de celulosa es recuperable como materia prima hasta seis veces. Y si una bolsa de papel terminase por error en la naturaleza, no dañaría la tierra ni los océanos. Al ser un producto natural se biodegradaría en un periodo de entre 2 y 5 meses sin perjudicar el medio ambiente, a diferencia de otras bolsas comerciales que pueden tardar más de 400 años en descomponerse.

La bolsa de papel es reciclable y biodegradable

La industria papelera española es líder en Europa en reciclaje de papel; anualmente se recogen y reciclan 4,6 millones de toneladas de papel usado.

Por cada diez kilos de papel que se fabrica en España, se utilizan como materia prima 8,2 kilos de papel usado. El reciclaje de papel supone reducir las emisiones contaminantes que producen los vertederos y un ahorro en volumen de los mismos equivalente a 50 grandes estadios de fútbol como el Bernabéu o el Camp Nou.

Recuperamos y reciclamos el 74% de las bolsas de papel que consumimos. Gracias a ello, conseguimos que cada bolsa de papel tenga hasta seis ciclos de vida ya que la fibra de celulosa es recuperable como materia prima hasta seis veces. Y si una bolsa de papel terminase por error en la naturaleza, no dañaría la tierra ni los océanos. Al ser un producto natural se biodegradaría en un periodo de entre 2 y 5 meses sin perjudicar el medio ambiente, a diferencia de otras bolsas comerciales que pueden tardar más de 400 años en descomponerse.

La plataforma “labolsadepapel” ha creado una simbología medioambiental para ayudar al comercio a defender la sostenibilidad de las bolsas que ofrecen a sus clientes y a transmitir a los consumidores los valores de la bolsa de papel, como un bien responsable con el medio ambiente.

bolsas de papel recicladas la bolsa de papel

En la simbología están representados los atributos de la bolsa de papel como:

RENOVABLE, ya que su materia prima, la fibra de celulosa, es inagotable, se cultiva de forma específica en bosques gestionados de forma responsable.

BIODEGRADABLE, la bolsa de papel al estar hecha con fibras naturales, impresa con tintas al agua y colas ecológicas se degrada en un corto periodo de tiempo sin dañar el entorno natural.

RECICLABLE, una bolsa de papel tiene la virtud de poder ser reciclada hasta seis veces, alargando su vida útil y minimizando el volumen de depósitos en los vertederos.

REUTILIZABLE, ha quedado demostrado que las bolsas de papel pueden reutilizase un mínimo de cinco veces para volver a comprar el mismo tipo de producto para el que fue adquirida.

También es habitual que las bolsas de papel lleven certificaciones forestales.

La certificación forestal, es un programa a través del cual una entidad independiente garantiza que un producto forestal procede de madera de un bosque gestionado sosteniblemente. Se certifica, en primer lugar, que la gestión de la superficie forestal cumple con los criterios de sostenibilidad, abarcando el inventario forestal, la planificación de la ordenación, la silvicultura, el aprovechamiento, así como las repercusiones ecológicas, económicas y sociales de las actividades forestales.

A continuación, cuando la madera certificada entra en el proceso industrial, se controla y certifica la cadena de custodia (su rastro desde el bosque hasta el consumidor final). Finalmente, los consumidores reciben el producto con una etiqueta que garantiza su procedencia de un bosque gestionado de manera sostenible.

Los principales programas de certificación forestal y de cadena de custodia son:

bolsas de papel recicladas

Forest Stewardship Council” (FSC) y el “Programme for the Endorsement of Forest Certification” (PEFC).

En definitiva, las etiquetas ambientales ayudan a certificar el compromiso de los comercios por una economía sostenible, respetuosa con el medio ambiente.

La plataforma “labolsadepapel” ha creado una simbología medioambiental para ayudar al comercio a defender la sostenibilidad de las bolsas que ofrecen a sus clientes y a transmitir a los consumidores los valores de la bolsa de papel, como un bien responsable con el medio ambiente.

bolsas de papel recicladas la bolsa de papel

En la simbología están representados los atributos de la bolsa de papel como:

RENOVABLE, ya que su materia prima, la fibra de celulosa, es inagotable, se cultiva de forma específica en bosques gestionados de forma responsable.

BIODEGRADABLE, la bolsa de papel al estar hecha con fibras naturales, impresa con tintas al agua y colas ecológicas se degrada en un corto periodo de tiempo sin dañar el entorno natural.

RECICLABLE, una bolsa de papel tiene la virtud de poder ser reciclada hasta seis veces, alargando su vida útil y minimizando el volumen de depósitos en los vertederos.

REUTILIZABLE, ha quedado demostrado que las bolsas de papel pueden reutilizase un mínimo de cinco veces para volver a comprar el mismo tipo de producto para el que fue adquirida.

También es habitual que las bolsas de papel lleven certificaciones forestales.

La certificación forestal, es un programa a través del cual una entidad independiente garantiza que un producto forestal procede de madera de un bosque gestionado sosteniblemente. Se certifica, en primer lugar, que la gestión de la superficie forestal cumple con los criterios de sostenibilidad, abarcando el inventario forestal, la planificación de la ordenación, la silvicultura, el aprovechamiento, así como las repercusiones ecológicas, económicas y sociales de las actividades forestales.

A continuación, cuando la madera certificada entra en el proceso industrial, se controla y certifica la cadena de custodia (su rastro desde el bosque hasta el consumidor final). Finalmente, los consumidores reciben el producto con una etiqueta que garantiza su procedencia de un bosque gestionado de manera sostenible.

Los principales programas de certificación forestal y de cadena de custodia son:

bolsas de papel recicladas
bolsas de papel recicladas

Forest Stewardship Council” (FSC) y el “Programme for the Endorsement of Forest Certification” (PEFC).

En definitiva, las etiquetas ambientales ayudan a certificar el compromiso de los comercios por una economía sostenible, respetuosa con el medio ambiente.

Forest Stewardship Council” (FSC) y el “Programme for the Endorsement of Forest Certification” (PEFC).

En definitiva, las etiquetas ambientales ayudan a certificar el compromiso de los comercios por una economía sostenible, respetuosa con el medio ambiente.