De la conjunción de los valores diferenciales de una firma con las expectativas de su público objetivo nace un posicionamiento fuerte. El resultado es la identificación de los clientes con sus marcas/retail. La duración de esa elección de fidelidad dependerá de la capacidad de cada comercio para seguir adaptándose a las expectativas de sus clientes por encima del poder de atracción de sus competidores.
Estamos ante el juego dinámico de la toma de decisiones estratégicas que requiere el conocimiento permanente de las nuevas tendencias que marcarán la evolución del mercado y de la variación del grado de satisfacción de nuestros clientes.
Ahora con la superposición de la venta física a la online las cosas se nos complican aún más. Tenemos que hacer frente a una nueva competencia cruzada: a la tradicional que se produce en nuestro entorno físico y a la virtual que se produce en Internet, que viene definida por un acceso inmediato a la información, mayor riqueza en contenidos, un nuevo hábito de compra donde los valores de aprecio son muy diferentes a los de la compra física, la interacción con las redes sociales y la aparición de nuevos influenciadores en red que marcan tendencias y modifican los gustos.
Donde hay una nueva complejidad también hay una nueva oportunidad, a través del análisis del big data o datos masivos que se producen entre los millones y millones de comunicaciones cruzadas en Internet, con las palabras claves de las búsquedas, las opiniones en las diferentes redes sociales y los contenidos en las publicaciones online y los blogs. El análisis sistemático y ordenado de toda esa información es una nueva fuente de conocimiento que nos ayudará a descifrar hacia donde van los mercados, la expectativas de los consumidores, su grado de satisfacción y la valoración reputacional de las marcas.
Actualmente existen servicios de análisis de big data al alcance y medida de todo tipo de comercio para transformar los datos masivos en información procesable e interesante para comprender mejor cuál es nuestro rol en el mercado, cómo nos perciben nuestros clientes y hacía donde evolucionan.
Está información tan rica, viva y permanentemente actualizada es crucial para perseverar o modificar nuestras estrategias competitivas offline y online.
El fin de todas ellas seguirá siendo la creación de clientes adictos a nuestra marca para que entren por la puerta real o virtual de nuestra tienda y salgan satisfechos con su compra en la bolsa de papel a la calle o abran con ilusión el paquete de cartón cuando la reciban en sus domicilios.